Hoy en día, el desarrollo de un proyecto de obra civil es un documento claro y conciso con una estructura relativamente fija, que sigue un proceso determinado. A grandes rasgos, las fases de un proyecto civil son: idea del proyecto, estudio previo de viabilidad, anteproyecto, proyecto informativo, proyecto de ejecución, licitación, y dirección y ejecución de las obras.
Idea del proyecto: Identifica la necesidad o problema que el proyecto debe satisfacer o resolver.
Estudio previo de viabilidad: Verifica que el proyecto sea realmente necesario, que sea técnica y económicamente viable, identifica posibles problemas de ejecución y define posibles fuentes de financiación.
Anteproyecto: Es un estudio más detallado que el anterior. Busca formular básicamente el proyecto y definir sus objetivos, analiza los condicionantes del proyecto, evalúa distintas soluciones y alternativas técnicas, esboza un diseño general (aún sin especificaciones técnicas precisas), estima de forma precisa los costes, estudia la viabilidad económica, define la financiación y propone la estructura organizativa, administrativa y de gestión.
Proyecto informativo o básico: Aprofundiza los estudios de la fase anterior. Contiene el diseño con las soluciones técnicas, planos de detalle, anexos técnicos, especificaciones, logística, presupuesto detallado y firma del autor. Este documento está destinado a la exposición pública; según las alegaciones recibidas, se modifica para dar lugar al proyecto definitivo de construcción.
Proyecto de construcción o de ejecución: Es el proyecto informativo o básico con los ajustes pertinentes. Además, contiene el visado colegial, en caso de ser necesario.
Licitación: El proyecto se somete a licitación o concurso para determinar quién ejecutará la obra.
Dirección y ejecución de las obras: Es la fase de construcción efectiva de la obra, que concluye una vez que esta se entrega.